La búsqueda espiritual tiene dos direcciones a seguir dependiendo de cómo las entendamos. Estas dos direcciones son completamente opuestas e irreconciliables.
En una mano tienes el camino de la Evolución Espiritual, el cual abarca el desarrollo humano, el crecimiento espiritual, el convertirte en una mejor persona, más feliz, caminando y explorando el terreno del juego de la vida, cultivando emociones positivas como la gratitud y expandiendo tu potencial sin límites dentro del sueño de la vida.
En la otra mano, tienes el camino del Despertar, que significa la realización de la verdad, de ver claramente lo que es verdadero y lo que no, permaneciendo en la consciencia no-dual.
Caminar un "camino espiritual" y "despertar" son dos cosas relacionadas pero completamente diferentes.
La evolución espiritual se trata de convertirse en una persona mejor y más feliz, se trata de construir un ego mejorado, mientras que el despertar se trata de desconstruir el ego y las creencias que sostenemos.
¿Puede el ego lograr despertar?
El conflicto fundamental en la búsqueda espiritual es que el ego nunca puede lograr despertar. El ego puede desear la realización de la verdad, pero el ego no puede cruzar esa línea. El ego es la única cosa bloqueando el camino del Despertar. Para alguien que quiere llegar a la verdad, la propia concepción de “quién eres” es lo que está bloqueando el camino. El ego está en el camino.
La verdad es un reto único y desafiante, porque aquello que lo desea es la única cosa en el camino.
Entonces, ¿cómo se resuelve el conflicto fundamental, "el ego no puede lograr despertar"?
El conflicto fundamental sólo puede resolverse alterando la ecuación. La realización espiritual se redefine como algo alcanzable por el ego, y ahora la ecuación funciona para satisfacción de todos. El ego consigue continuar la noble búsqueda y una próspera “industria espiritual” continúa floreciendo. Por supuesto, nadie consigue el grial, pero si comprendes el conflicto fundamental, verás que de todos modos nadie lo quería.
Despertarse es una acción sin sentido a menos que sea absolutamente necesaria
El estado despierto no es, como se supone comúnmente, un estado especial y místico. Despertar es simplemente despertar. No es nada más, es todo menos. El estado despierto es simple, natural y tranquilo. No llevar equipaje. No gastar tu fuerza vital animando un personaje ficticio.
Los despiertos no tienen algo que les falta a los no despiertos, es al revés. Los que no están despiertos poseen una estructura masiva de falsas creencias.
Despertarse es una acción inútil. Significa desconstrucción, mirar la falsedad de tu ser más preciado y todo lo que has creado. ¿Quién haría algo semejante? El objetivo de un sueño es soñar, no despertar. Si sueñas con una vida cómoda y feliz, ¿por qué enredarse con eso? Si estás teniendo un sueño maravilloso, ¿qué sentido tiene despertarse? ¿Por qué meterse con un sueño maravilloso?
Sin embargo, si te conviertes en la persona que no puede soportar la falsedad del estado de ensueño, y tu interés cambia hacia la necesidad de cortar con la mentira y descubrir lo que es verdad, entonces estás en el lugar equivocado y no tiene sentido pretender lo contrario, pero tratar de hacerlo antes de que realmente debas hacerlo es tan ridículo como cortar partes de tu cuerpo.
¿Puedes despertarte perfeccionando tu personaje del sueño?
No te despiertas perfeccionando tu personaje dentro del sueño, te despiertas liberándote de él. No hay verdad en el ego, así que ningún grado de maestría sobre él resulta en nada verdadero.
Poner la atención en el ego simplemente lo refuerza.
Adyashanti dijo, "la espiritualidad no tiene nada que ver con mejorar tu estatus en el estado onírico. El progreso espiritual no inflige daño alguno al ego, por lo general la espiritualidad reforzará en lugar de desmantelar la propia auto-imagen".
El mayor desafío para la mayoría de los buscadores espirituales es entregar su propia importancia, y ver el vacío de su propia historia personal. Es tu historia personal de la que necesitas despertar para ser libre.
¿Qué significa el término Zen "Makyo"?
Durante la meditación Zazen, el estudiante puede experimentar todo tipo de experiencias increíbles sólo para que el maestro lo salpique con agua fría llamándolas "makyo".
Cuando un maestro Zen usa el término makyo, le está diciendo a su estudiante que la preciosa gema que está parando para recoger o las bonitas flores que está recolectando, sólo tienen valor o belleza en el mundo que han elegido dejar atrás.
El Tao dice: "Tened cuidado con las trampas floridas porque, para poseerlas o sacar provecho de ellas, debéis dejar de viajar y permanecer en el sueño".
Romper con la ilusión te quita todo lo que posees. El precio de la verdad lo es todo. Todo. Esa es la regla y es inviolable.
¿Puede alguien llegar a iluminarse?
La realización de la verdad no es algo personal. El ser no puede lograr no ser. El resultado no es un yo realizado, es no ser. Nadie puede decir "Yo estoy iluminado" porque no hay un "yo" en él. No existe tal cosa como una persona iluminada. Sólo existe el estado despierto, la permanencia no-dual, que es indiferenciada. No es mi realidad, es la realidad.
El éxito en la realización de nuestra verdadera naturaleza está absolutamente asegurado. La lucha por alcanzar la verdad es, a su manera, tan ridícula como la lucha por alcanzar la muerte. ¿Cuál es el punto? Ambos te encontrarán cuando llegue el momento. ¿Acaso debemos preocuparnos de que si no encontramos la muerte, la muerte no nos encontrará? Por supuesto que no. Todos terminaremos completamente "iluminados", independientemente del camino que tomemos.
Despertar a tu verdadera naturaleza es como morir; es una certeza, inevitable. Vas a llegar allí sin importar lo que hagas, ¿por qué apresurarte? Disfruta tu vida, es gratis.
La vida no es más que un sueño…
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